Nuestra Historia

A veces pienso en todo lo que me hubiera perdido si en aquel fatídico mes de Enero de 2013 no me hubieran detectado un cáncer. Pero así fue, cómo mi vida cambió de estar viviendo y trabajando en Madrid, en una gran empresa, a dedicar todo mi tiempo a curarme.

Mi vocación solidaria ya venía de antes, aportaciones económicas mensuales a grandes organizaciones, voluntariados que no me llenaban, y otros que no encajaban en la idea que yo tenia forjada de lo que era realmente ayudar. Viajé a varios países de África y al final no daba con proyectos en los que me sintiera identificada.

Mientras me recuperaba de mi enfermedad, mi inquietud seguía, y una de las veces que salí de recoger unos resultados de pruebas médicas muy positivas, pensé, ya es hora de volver…., hice las maletas y me fui a Mauritania, a Nouadhibou. Allí encontré a una mujer super heroína, Aichetou Diallo. Una directora de un orfanato pequeñito. Ella y su marido cuidaban a unos niños huérfanos y otros abandonados al nacer, con unos mínimos recursos.

La primera estancia en ese país fue corta, pero intensa, conocí a todos esos pequeños. Entendí sus necesidades y las necesidades generales del orfanato. Volví a España, y jamás pude borrarlos de mi mente y de mi corazón. Comencé a movilizar a personas a mi alrededor para recoger lo necesario para poder cubrir las necesidades básicas del orfanato. Y volví a Mauritania. Esta vez por más tiempo, y así estuve hasta que en España fundé de manera oficial Infancia de Nad, cuyo nombre proviene del mismo nombre del Orfanato. Y poco a poco Nad se dio a conocer y la comunidad a nuestro alrededor también.

Por desgracia el marido de Aichetou falleció. Tristemente en estos países cuando falta la presencia masculina todo se vuelve más difícil, y todo cuesta mucho más. Por lo que decidí pasar largas temporadas viviendo en el orfanato y desde allí consolidar el proyecto de la creación de un taller de costura en el mismo edificio del orfanato donde aquell@s niñ@s que lo desearan se formasen en esta profesión.

Desde entonces, dedico mi vida a llevar a cabo proyectos y actuaciones que permitan a los niños del Orfanato de Nad y de la comunidad que les rodea, a vivir su infancia como se merecen con el derecho que tienen.

Ahora mismo en Nad, no solo brindamos un hogar a estos niños, sino que se ha creado una familia. Aichetou es la madre de todos ellos. Nuestro objetivo es ofrecer amor, cuidado y apoyo. Trabajamos de manera incansable para crear un ambiente cálido y acogedor, donde los niños puedan crecer y desarrollarse de manera saludable, rodeados de toda la atención que necesitan.

Creemos firmemente en la importancia de preservar la inocencia y la alegría de la infancia. Nos enfocamos en proteger los derechos fundamentales de todos ellos, luchando contra el abuso, la explotación y cualquier tipo de maltrato infantil. Colaboramos con autoridades, instituciones y otras organizaciones mauritanas para brindar apoyo y justicia a los niños en situación de vulnerabilidad.

En Nouadhibou, Mauritania, nos enfrentamos a desafíos únicos, pero estamos comprometidos a marcar la diferencia en la vida de su infancia. Trabajando en colaboración local para brindar educación, atención médica y oportunidades de desarrollo a nuestros pequeños. Además promovemos la sensibilización sobre los derechos de los niños y la importancia de proteger su infancia en la sociedad.

Y a día de hoy, algunos de nuestros niños ya son adolescentes…., y siguen sus estudios. Ayudan a sus hermanos más pequeños y son ejemplo de esfuerzo. Esto es la mayor recompensa para nosotras. Aichetou ahora es mi hermana del corazón, y yo la suya. Nuestros destinos se juntaron para poder hacer grandes cosas y conseguir entregar las herramientas necesarias a estos niños para que puedan en un futuro ya no tan lejano contar con las máximas oportunidades de desarrollo profesional y personal posibles.

Si he sido capaz de iluminar una sola infancia triste, estoy satisfecha (Astrid L. )

Rosa Marhuenda

Presidenta y Fundadora de ONG Infancia de Nad con sede en España.